lunes, 17 de marzo de 2008

Claquesous

¿Quién era este Claquesous? Era la noche. Para salir, esperaba que el cielo se hubiese cubierto de negro. Al anochecer, salía de un agujero adonde volvía al amanecer. ¿Dónde estaba el agujero? Nadie lo sabía. Siempre en la más completa oscuridad, nunca hablaba a sus cómplices sino volviendo la espalda. ¿Se llamaba Claquesous? No. Decía: “Yo me llamo nadie”. Si aparecía una luz, se ponía una careta. Era ventrílocuo. Babet decía: “Claquesous es un nocturno a dos voces”. Claquesous era vago, errante, terrible. No había seguridad de que tuviese voz, pues su vientre hablaba más a menudo que su boca; no había seguridad de que tuviera un rostro, pues nadie había visto más que su máscara. Desaparecía como un fantasma y aparecía como si saliera de la tierra.

Los Miserables – Victor Hugo. Tercera parte. Libro séptimo. Capítulo III.

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