Este es un falso dilema. El no elegir también es una opción. En realidad, si somos incapaces de tener fe o convicción en algo, nuestra única opción es vivir en la duda, en la incertidumbre. Por esto quizás sea mejor no pronunciarse acerca de la existencia del Dios de los religiosos o de la Verdad de los ateos...
¿Por qué las cosas tienen que existir o no existir? Esta postura nos obliga a elegir, a creer... pero en el momento en que comenzamos a creer en algo, nos cerramos y entonces surge el conflicto... ¿Pero es posible que vivamos sin el conflicto? ¿No juega el conflicto un papel fundamental en el establecimiento de las relaciones entre las personas?
Además, cuando dejamos de creer ya nada nos importa. Nada interesa porque es posible que nada lleve a ningún lado, porque es posible que no haya ningún lado hacia donde ir. Para moverse es necesario creer que se está yendo hacia algún lado.
Si vivir en la duda causa inacción a nivel personal e impide la cohesión a nivel colectivo, entonces se vuelve evidente el por qué está tan mal vista. Es una idea tan válida como cualquier otra, pero su utilidad aún está por verse...
A creer entonces! Que si no se acaba el mundo!
Porque la realidad EXISTE, hay UNA verdad y NINGÚN dios! Obvio! XD
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