lunes, 24 de marzo de 2008
Dios es una superstición socialmente aceptada...
Si alguien te dice que ayer se le rompió un espejo y que está buscando dónde comprar una pata de conejo para contrarrestar los siete años de mala suerte, la mayoría de nosotros pensaría que su creencia es al menos ridícula. Ahora bien, cuando alguien te cuenta que cree en una entidad inmaterial a la que un día se le ocurrió crear al Universo, la mayoría de nosotros pensaría sinceramente que su creencia es digna de respeto.
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